martes, 11 de agosto de 2009

Capitulo II

Recorrimos todo la costa del continente en un tiempo impresionante, todo el camino iba mas que suplicando… exigiéndole a Dios que protegiera a mi hija, no me cabía en la cabeza, aun con todo el espacio extra que había en ella, cómo había sido posible que la raptaran ¿Dónde estaban todos? ¿Cómo no se dieron cuenta? No lograba comprender, como había logrado Jane hacer algo así… ¿Cómo? ¿cómo había burlado la vigilancia de Carlisle, Esme, incluso la de Rosalie?

A pesar de querer llegar lo mas pronto posible a Denali, nos tuvimos que detener unos segundos para telefonear a casa; si a los vampiros les pudiera dar un infarto, en ese momento se me hubiera detenido el corazón; en casa ni siquiera se habían dado cuenta que mi hija estaba desaparecida. Realmente todo eso era inverosímil.

Justo en el momento de nuestra llamada, Jacob iba llegando del trabajo, todos se volvieron locos al saber lo que Jane me había propuesto, casi pude ver a Jacob destrozando sus ropas al transformarse y salir corriendo a llamar a su manada.

Rogué a los cielos que ellos pudieran hacer algo, al menos estaban más cerca, pero era desquiciante el no saber cómo habían entrado a la casa sin que nadie se diera cuenta, eso no encajaba con todo lo establecido, era incompresible, aun con la mente del vampiro. Mi familia estaba en vigilia, protegiendo a mi niña, con todos sus sentidos puestos en percibir algo extraño, ¿entonces? Algo fuera de lo común, ¿algún otro ser?

Sabía que mi marido era el más veloz de todos nosotros, así que le pedí que no nos esperara, que nosotros iríamos tras él, pero que llegara lo más pronto posible, teníamos que salvar a mi hija.

En ese momento di gracias de no ser más humana, no lo hubiera soportado, hubiera entrado en histeria y perdería la razón, por el contrario, ahora me había convertido en un depredador, era un vampiro en todo el sentido de la palabra, podía percibir mi escudo ahora, como si fuera de material blindado, lo llevaba extendido y todos los miembros de mi familia iban protegidos por él. Mi único pensamiento era llegar a cubrir a mi hija con él, para que Jane no pudiera hacerle daño.

En un tiempo inimaginablemente rápido llegamos a Denali, pero aun así no sentí alivio alguno, extendí mi escudo, aun más; aumente el tamaño al máximo, superé por mucho la dimensión mas grande que había logrado hasta ese momento, poco a poco todos comenzaron a quedar cubiertos por mi escudo, pude sentirlos como si fueran parte de mi.

Toda mi familia, los que se habían quedado a cuidar a mi hija, uno a uno, empezaron a aparecer como luces dentro de mi blindaje, las dos manadas de licántropos, luego bastantes vampiros desconocidos, y por ultimo Jane, entre en pánico, ninguno de ellos era mi hija ¿Dónde estaba?

Edward trataba de escucharla, también si éxito, la desesperación hizo que mi escudo se volviera mas grande e impenetrable, podía sentirlo increíblemente fuerte, pero aun así seguía sin cubrir a mi pequeña.

Todos comenzaron a rastrear, desde el momento de tocar tierra nos dispersamos para buscar por separado. Todo estaba cubierto por mi escudo, podía percibir exactamente en que parte se localizaba cada miembro de mi familia así como cada vampiro enemigo, enseguida nos dirigimos hacía donde se encontraba Jane, tenía el deseo incontrolable de destruirla con mis propias manos.

Edward se movía al lado mío, coordinado a mis movimientos como si fuéramos uno sólo, la similitud de nuestros sentimientos nos hacia movernos en completa sincronía, los dos buscábamos fervientemente encontrar a nuestra hija, ponerla a salvo y destruir a Jane.

De pronto, como si alguien la hubiera arrojado dentro, mi pequeña apareció dentro de mi escudo, el alivio fue mayúsculo, aun así quería encontrarla, abrazarla, librarla de cualquier peligro, pues aun bajo mi protección seguía expuesta a algún ataque físico.

Al saltar una montaña poco elevada, encontramos a nuestra pequeña, el alivio y la confusión se entremezclaron dentro de mi, mi hija estaba abrazada de Jane, y esta se retorcía de dolor, mi hija la estaba atacando de alguna forma.

La escena era impresionante, y por un momento quede paralizada, cuando reaccione quise correr hacia ellas, separar a mi hija de esa vampira tan peligrosa, pero Edward me detuvo, lo voltee a ver incrédula, cómo era posible que él mismo no corriera a separar a nuestra hija de ese monstruo, pero en ese momento Renesmee soltó a Jane y esta cayó al suelo, temblaba y jadeaba, su cuerpo se veía flácido y destruido, aun así intentó incorporarse, pero las enormes patas de Jacob la regresaron al suelo, inmediatamente él y Leah se abalanzaron a terminar con la vida de Jane.

Mi pequeña estaba en el suelo temblando, corrí a abrazarla.
- Todo esta bien ahora
Le repetía una y otra vez mientras acariciaba su espalda. Edward también corrió hacía ella, nos abrazamos los tres. Lloramos juntos, la paz inundo mi cuerpo tranquilizándome por completo, el escudo se replegó dentro de mi, ahora todo estaba bien.

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